Difícil de Salir del Paso

Stony salió de la habitación y vio muchas frutas sobre la mesa. Puso las frutas en un plato y luego guardó la bolsa ordenadamente en el armario.

Jaquan pensó que era muy sensato y adorable. Otros niños de cuatro o cinco años todavía andaban jugando. Pero él ya había aprendido a poner la fruta en un plato y guardar las bolsas.

—Stony, sírvete —dijo Jaquan.

—Gracias, Mr. Jaquan. —Stony no tomó nada.

Jaquan abrió el termo. Era arroz congee. Lo vertió en tres tazones. Luego colocó dos de ellos en la bandeja y dijo:

—Lleva esto también y dáselo a tu madre.

Stony intentó tomar el tazón con cuidado. Al ver esto, Jaquan dejó su tazón y le dijo:

—Está bien, quédate aquí. Yo se lo llevaré.

—Gracias, Mr. Jaquan —respondió Stony obedientemente.

Jaquan lo recogió y se dio cuenta de que algo andaba mal. Podía llevar un tazón. Cuando se dio la vuelta, vio a Stony agachado junto a la mesa bebiendo arroz congee. Solo pudo suspirar levemente. Está bien.