A la mañana siguiente, Rayne y Julian se despertaron temprano para emprender su viaje a la ciudad. Rayne sacó un conjunto completo de ropa nueva y limpia hecha de nanofibras y se lo entregó a Julian.
Esto ahorraría tiempo al no tener que lavar la ropa anterior que llevaban puesta. Rayne se había acostumbrado hace tiempo a esta útil característica de su sistema.
—Estas nanofibras funcionan realmente bien. La diferencia de temperatura cuando no las llevo puestas es como el día y la noche —dijo Julian después de vestirse.
Mientras Julian se vestía, Rayne estaba revisando las imágenes de las cámaras. Se alegró al ver que nadie había salido ni se había acercado a la autocaravana.
—¿Listo? —le preguntó a Julian.
—Listo —sonrió él.
Ambos salieron de la autocaravana y notaron que ya había movimiento dentro de la granja. Fred salió y se dio cuenta de que Rayne y Julian también estaban despiertos.