Regalando los Regalos

Caminaron silenciosamente por el largo camino de entrada, empujando el carrito de mano y disfrutando de la presencia del otro.

Ya era de tarde, y los cielos cristalinos permitían que las estrellas brillaran como pequeños diamantes.

Mientras Rayne caminaba, señalaba varias constelaciones a Julian mientras charlaban alegremente. En poco tiempo, regresaron a la granja justo a tiempo para que Fred volviera de la segunda casa que acababa de ser preparada para los recién llegados.

—Oye, ¿qué es todo esto? —preguntó, notando el carrito de mano cubierto con una pequeña manta.

Rayne sonrió.

—Este es un pequeño regalo de agradecimiento de nuestra parte por su hospitalidad. Planeamos regresar mañana.

—Oh, ¿encontraron a la persona que estaban buscando? —preguntó Fred.

—Sí, hemos hablado con él. Todavía está pensando las cosas, pero esperamos que acepte volver con nosotros —sonrió Rayne.

Charlaron un poco más hasta que Rita se acercó con Molly.