Un Pago Adecuado

Unos momentos después, escucharon algunos sonidos provenientes del laboratorio y decidieron ocuparse primero de la situación inmediata.

Rayne sacó otro conjunto de ropa y se lo puso, manteniendo el abrigo de Julian como cobertura para que los científicos no preguntaran de dónde había salido la ropa.

Julian la sostuvo un momento más.

—Lo hiciste maravillosamente, Rayne. Eres increíblemente valiente.

Rayne lo miró con una sonrisa. Estaba feliz de que él entendiera sus acciones y no estuviera enojado o molesto por lo que había hecho antes.

—Salgamos de aquí para que podamos atender esa herida en tu cabeza —dijo suavemente.

Regresaron a la habitación donde los científicos esperaban silenciosamente en la esquina.

Julian les hizo un gesto.

—Vamos, salgamos de aquí. Quédense detrás de nosotros y avisen si ven a alguien en el camino.

Los tres científicos rápidamente estuvieron de acuerdo y los siguieron de vuelta a la escalera.