XXXL

De vuelta en el apartamento de Rayne y Julian, Julian atrajo a Rayne hacia sus brazos.

—Le prometí a Noah un pequeño regalo antes. ¿No tendrás por casualidad un paquete de condones en ese sistema mágico tuyo, verdad? —preguntó con una sonrisa.

Rayne soltó una risita.

—Claro que sí. ¿Qué talla?

Julian pensó por un momento.

—Hmm, ¡hagamos una talla más pequeña que la mía! —No podía permitir que Rayne pensara que Noah era más grande que él.

Rayne estalló en carcajadas.

—Está bien, está bien. ¡Una talla más pequeña que XXXL, entendido! —bromeó.

—Te olvidaste de una X en eso —dijo Julian, fingiendo estar ofendido.

Los dos se rieron hasta que escucharon un golpe en la puerta.

—Aquí, dale esto —dijo Rayne, entregándole una caja sin abrir de condones.

Julian caminó hacia la puerta y la abrió.

Antes de que Noah tuviera la oportunidad de decir algo, Julian le lanzó la caja.