Después de almacenar la primera casa, Rayne y Julian fueron a revisar las otras.
Rayne se aseguró de colocar la casa de vuelta en su lugar original por si los dueños originales regresaban algún día y se dirigió a revisar la de al lado.
A diferencia de la primera casa, esta estaba en mucho peor estado. El revestimiento se estaba desprendiendo a lo largo de toda la sección frontal de la casa.
Las partes que aún tenían revestimiento estaban cubiertas de moho negro.
—No, paso —dijo Rayne sin dedicarle otra mirada. Ya podía notar que partes de esta casa se habían podrido por completo.
Julian estuvo de acuerdo y caminó con ella hacia la siguiente casa. Esta era bastante más pequeña que la primera, pero también parecía estar en buen estado.
Rayne se acercó y llamó a la puerta. Después de unos momentos, repitió el proceso de forzar la cerradura con su herramienta especial.
—Vaya, esto es extraño —dijo tan pronto como entró.