El peso de las estrellas, capítulo 2

—No es realista, Ren—

La voz de Haruto cortó el aire como una ráfaga helada. Su tono, aunque carente de emoción, tenía el peso de una sentencia irrevocable. Ren alzó la mirada desde su libreta, sintiendo cómo la chispa de su propuesta comenzaba a tambalearse bajo la sombra de las dudas.

Ri-chan, que estaba sentada en el borde del sofá con una de sus orejas de gato ligeramente torcida, suspiró mientras jugueteaba con su celular.

—Haruto tiene razón, aunque me duela decirlo. Eso de ser ‘el grupo más famoso de Japón’ suena increíble y todo, pero… ¿de verdad crees que podemos lograrlo? O sea, mira nuestra realidad—

Ren apretó los labios, sus ojos de estrella de cuatro puntas ahora opacados.

—Sé que no será fácil. Pero si no apuntamos alto, nunca sabremos de qué somos capaces—

Su voz titubeó, más para convencerse a sí mismo que al par de rostros escépticos que tenía frente a él.

—No es cuestión de apuntar alto—

replicó Haruto, cruzando los brazos mientras se apoyaba contra la pared.

—Es cuestión de lógica. Ahora mismo, tenemos talento, sí, pero nos falta algo crucial: visibilidad. Sin eso, ni las mejores canciones nos llevarán a ninguna parte—

Ri-chan soltó una pequeña risa, tratando de aliviar la tensión.

—Básicamente nos está llamando invisibles, pero tiene un punto. Necesitamos… algo más—

Sus dedos trazaron un círculo en el aire, como si buscara la respuesta en el vacío.

Antes de que Ren pudiera responder, la puerta del estudio se abrió bruscamente, dejando entrar a Rokosuke Edo, su manager. La energía de la habitación cambió de inmediato. Él siempre entraba como si fuera dueño del lugar, con su chaqueta roja brillando tanto como su confianza.

—¿Molestando al soñador del grupo otra vez, Haruto?—

bromeó Edo mientras dejaba una carpeta sobre la mesa.

—Culpa suya por ser tan irrealista—

respondió Haruto sin vacilar, su mirada fija en Edo.

Edo sonrió de forma enigmática y se ajustó las gafas.

—Pues bien, tal vez tengamos una solución para su… falta de visibilidad. Una nueva integrante se une al grupo. Confíen en mí, chicos, esta chica es justo lo que necesitamos—

—¿Una nueva integrante?—

Los tres dijeron al unísono, aunque con tonos muy diferentes. La sorpresa de Ri-chan, el escepticismo de Haruto y la leve curiosidad de Ren se mezclaron en el aire.

—Sí—

continuó Edo, abriendo la carpeta y sacando un par de fotografías.

—Akari Tanabe. Probablemente la cantante de covers más popular en las redes sociales ahora mismo. Tiene seguidores que ustedes solo podrían soñar con tener—

—Eso suena genial y todo, pero…—

Ri-chan alzó una ceja, mirando las fotos con curiosidad.

—¿Por qué no simplemente sigue sola? ¿Por qué unirse a nosotros?—

—Estrategia—

respondió Edo con una sonrisa que no dejaba espacio para preguntas.

—Ella necesita expandirse más allá de los covers, y ustedes necesitan que la gente hable de ustedes. Es un acuerdo perfecto. Ahora, prepárense para conocerla. Llega mañana temprano—

Ren miró la foto de Akari, su rostro medio cubierto por una mascarilla, y algo en sus ojos brilló de nuevo. Tal vez era la promesa de un nuevo comienzo, o quizás solo una chispa de esperanza renaciendo entre las dudas. No estaba seguro. Pero sabía una cosa: tenía que encontrar la manera de demostrar que su sueño no era solo un espejismo.

Aoi Kurohane, conocida por su elegancia y perfección casi intimidante, podría estar en su cuarto practicando técnicas de canto cuando recibe el aviso del manager Edo sobre la nueva integrante. La noticia la entusiasma más de lo que los demás esperan, y decide involucrarse activamente en el plan de bienvenida.

La puerta de su cuarto estaba entreabierta, dejando escapar una melodía suave mientras Aoi ajustaba su respiración frente al espejo. Rokosuke Edo asomó la cabeza con una sonrisa típica, siempre seguro de sus anuncios.

—Aoi, tengo una noticia importante—

Ella dejó el micrófono en su escritorio y lo miró con expectación.

—¿Qué es?—

Edo entró y cruzó los brazos.

—Tenemos una nueva integrante. Akari Tanabe, cantante de covers. Necesito que me ayudes a darle una bienvenida inolvidable. Tú eres la imagen de profesionalismo aquí. No podría confiarle esto a nadie más—

Aoi asintió con confianza, sus ojos brillando con determinación.

—Por supuesto. ¿Podemos preparar algo especial para ella? Quiero que se sienta como en casa—

Edo lanzó una mirada de confianza con una leve sonrisa hacia Aoi

—haz lo que desees en la bienvenida, Aoi. Lo importante es que se sienta bien para que le guste el lugar y quiera quedarse por mucho tiempo—

Respondió Edo mientras se retiraba de la habitación de Aoi.

—Aoi pronto comenzó a revisar fotos del lugar con su laptop para idear un plan de turismo para Akari. Ella se tomó varias horas haciendo el plan ya que su enfoque metódico y calculador la hacia detallar cada paso cuidadosamente.

Luego de tener listo su plan, Aoi salió rápidamente a informarles a los demás.

Todos recibieron la noticia con buenas caras. Les parecía una excelente idea.

—es excelente. Típico de Aoi. ¿Que otra cosa se podía esperar de la metódica Aoi?—

Decían los demás del grupo mientras esas palabras resonaban en la mente de Aoi, es como si finamente todos la estuvieran escuchando y reconociendo sus esfuerzos. Algo que ella justamente necesitaba, a lo que Aoi respondió con un leve sonrojo y su sonrisa se hizo aún mas pronunciada mientras juntaba sus manos sobre su pecho sujetando aún su libreta de notas.

—g-gracias, a todos, de verdad eso me hacer sentir muy bien—

Respondió Aoi mientras pasaban las horas.

Luego de terminar un ensayo juntos, Haruto preguntó a Ren algo que le parecía importante saber, ambos estaban agitados por el esfuerzo que habian echo en el baile y el canto a la vez.

—Ren, ¿a ti que te parece esa tal Akari?—

Dijo mientras miraba con curiosidad a Ren.

Ren lo miró con sorpresa y una leve sonrisa

—ho pues bien, se ve que es una chica muy tímida, probablemente nunca haya trabajado con una agencia antes, ¿por que lo preguntas, Haruto?—

Haruto simplemente volteó la mirada y cerrando los ojos, respondió.

—solamente quería saber que pensabas sobre nuestra futura compañera —

Dijo Haruto, pero en su cabeza sabía que a Akari le costaría adaptarse al grupo y a la forma de hacer las cosas en el sistema profesional, ya que ella era autónoma.