máscaras bajo el sol/ capítulo 3

El sol comenzaba a descender en el horizonte, bañando el edificio de Ko-Ei Productions en tonos cálidos. Desde afuera, su fachada tenía un aire moderno, con grandes ventanas que reflejaban la luz del atardecer. Pero, al cruzar la entrada principal, Akari Tanabe jamás habría imaginado lo que le esperaba.

La puerta se abrió lentamente, y lo primero que sintió fue un leve aroma a flores frescas mezclado con una nota cítrica. El interior brillaba con una decoración cuidadosamente orquestada. Guirnaldas ligeras de luces LED recorrían las paredes, proyectando destellos suaves que simulaban estrellas. En el centro del vestíbulo, una mesa de cristal sostenía un ramo de flores blancas y lilas, delicadamente arregladas. Sobre las paredes colgaban pequeñas pancartas en tonos pastel que formaban las palabras: *"Bienvenida, Akari Tanabe."*

—Sus ojos se abrieron completamente.

Todo esto… ¿es para mí?—

murmuró, su voz apenas audible bajo la mascarilla.

Desde el lado opuesto del vestíbulo, Aoi Kurohane apareció con una sonrisa impecable, su figura irradiando gracia y una confianza que parecía envolver el lugar.

—Por supuesto que es para ti. Queríamos asegurarnos de que te sintieras como en casa desde el primer momento—

Antes de que Akari pudiera responder, otros miembros comenzaron a aparecer desde diferentes rincones del vestíbulo. Ri-chan, con sus orejas de gato bien acomodadas y una energía contagiosa, fue la primera en acercarse con un gran salto que casi desbordaba emoción.

—¡Akari-chan! ¡Mira todo esto! Nos aseguramos de que fuera perfecto, ¿te gusta?—

Ren seguía de cerca, aunque su sonrisa era más tranquila y su postura menos agitada.

—Es para que sepas que eres parte del equipo desde el primer instante. Esperamos que te sientas cómoda.—

Haruto llegó con un paso calculado, observando la decoración y luego a Akari, como si estuviera evaluando cada detalle de la escena.

—Espero que esto te dé una buena primera impresión del grupo y del lugar. Ahora estás en el centro de todo esto, así que prepárate para trabajar duro.—

Su tono era firme, pero había un leve toque de bienvenida en sus palabras.

Incluso las hermanas Hoshizaki, Suzune y su hermana menor, estaban presentes. Suzune ajustaba los detalles de las flores sobre la mesa mientras la hermana menor miraba con curiosidad desde la esquina, sosteniendo un cuaderno lleno de bocetos.

—¡Te dibujé algo, Akari-san!—

dijo tímidamente, extendiendo una hoja con un dibujo que representaba a Akari cantando en el escenario con luces brillantes.

Akari permaneció estática por un momento, sus manos ajustándose nerviosamente a las correas de su mochila.

—Gracias… Es más de lo que esperaba—

respondió tímidamente, aunque su mirada denotaba un brillo de emoción que no pudo ocultar.

Aoi se adelantó, con pasos firmes pero elegantes, como si estuviera dirigiendo una orquesta visual.

—Ven conmigo, quiero mostrarte todo lo que este lugar tiene para ofrecer. Aquí no solo trabajamos: vivimos, creamos y soñamos juntos.—

Akari la siguió, sus pasos vacilantes en contraste con la confianza de Aoi. Los demás miembros los acompañaron para hacer de la experiencia algo mucho más personal y grupal. Mientras avanzaban, la decoración parecía transformar cada rincón del edificio en una experiencia única. Las salas de ensayo estaban impecablemente ordenadas, con instrumentos brillando bajo luces estratégicamente colocadas. Los estudios de grabación, insonorizados, tenían un aire futurista con consolas de sonido y pantallas iluminadas. Y el área común, un amplio espacio con sofás modernos y una pared llena de fotos del grupo, emanaba un calor acogedor que casi la hizo olvidar sus nervios.

Ri-chan caminaba junto a Akari, señalando cosas que le parecían divertidas mientras ajustaba sus orejas de gato.

—Y aquí es donde nos reunimos para planear nuestros lanzamientos. Ah, y también donde Haruto nos regaña por no seguir los horarios.—

—No los regaño—

replicó Haruto desde el otro lado

—solo trato de hacer que este grupo sea eficiente—

Ren, observando desde atrás, añadió con una sonrisa leve

—No le hagas caso a Ri-chan. Haruto tiene sus métodos, pero siempre lo hace por el bien del grupo.—

Cuando llegaron a la sala de ensayo, Aoi abrió la puerta con un gesto fluido.

—Este espacio es donde nacen las canciones. Aquí hemos pasado largas horas perfeccionando cada detalle para que nuestra música sea inolvidable.—

Akari asintió, su mirada moviéndose con curiosidad y admiración.

—Es increíble. Nunca había visto un lugar tan dedicado al arte. Se siente… especial.—

Mientras charlaban, Haruto, como siempre, planteó el tema que todos sabían que tarde o temprano tenía que abordar: la actuación.

—Por cierto, Akari, hay algo importante que necesitas saber. Ahora que eres parte de este grupo, no solo eres una cantante. Eres una figura pública. Y eso significa que necesitas actuar.—

Akari frunció el ceño, visiblemente confundida.

—¿Actuar? No entiendo.—

Ri-chan interrumpió, su voz ligera pero seria.

—Es parte del trabajo. La gente ama las historias perfectas y los personajes que los hacen soñar. Cada uno de nosotros tiene un papel que interpretar. Es lo que esperan de nosotros.—

Aoi, con su mirada serena, añadió:

—Es difícil al principio, pero con el tiempo entenderás que no se trata de mentir. Se trata de conectar de una manera que te haga inolvidable para ellos.—

Akari bajó la mirada, su mente girando con dudas. Las palabras del grupo habían plantado una semilla de incertidumbre, pero también de curiosidad. Este nuevo mundo era más grande y complejo de lo que jamás había imaginado.

Mientras las luces del edificio comenzaban a apagarse y el grupo se dispersaba, Akari quedó sola por un momento en el vestíbulo, mirando el reflejo de su mascarilla en el cristal de la puerta.

—¿Quién soy realmente?—

pensó, sintiendo cómo una pregunta mucho más grande comenzaba a formarse en su interior.

—¿Y quién tengo que ser para cumplir con esto?—

Ella normalmente no necesitaba ser falsa en su trabajo, ya que escribir y cantar covers no necesitaba de un contacto directo entre la audiencia y ella misma, pero ahora en un nuevo trabajo ella debía adaptarse a lo que la gente quiere, dejando de lado su persona real, debía ser la chica perfecta que todos quieren para destacar y conseguir hacerse más grande de lo que ya es en la industria musical mientras en su mente aparece la duda que se plantea en todo el grupo de los artistas "¿quien soy realmente?" Tanto tiempo actuando acaba por confundirte, sin importar tu autocontrol....

Continuará.