Capítulo 9 – La criatura Conocida como el nuevo orden

Terra Primaris.

Palacio Estratégico del Nuevo Orden.

03:17, hora planetaria.

La lluvia golpeaba los ventanales de la sala privada con una cadencia pesada, melancólica. Alexander Yavin permanecía de pie frente a la vidriera, sosteniendo una copa de licor oscuro entre sus dedos. La música suave de una sinfonía antigua—probablemente compuesta hace siglos durante los últimos años del siglo XXI—se entremezclaba con el zumbido tenue de los sistemas de climatización.

Sus ojos, fijos en las luces lejanas de la ciudad, no observaban el presente, sino el horizonte del porvenir.

Una guerra sin fin. Una resistencia sin honor. Y una promesa que lo obligaba a continuar, sin importar el costo.

Escena 1: Pensamientos en Soledad

Yavin pensaba en la guerra, sí, pero también en otra cosa.

Una idea absurda, impropia, le cruzaba la mente con más frecuencia últimamente. ¿Y si dejaba un heredero? ¿Y si su linaje fuera la continuidad de su visión?

Solo eran pensamientos. Sombras de un anhelo enterrado.

Él no era un padre. Aún no.

Pero su imperio apenas nacía. Y un imperio sin continuidad era un imperio condenado.

Suspiró, con amargura.

Su reflejo, en el cristal, no era el del joven general idealista.

Ahora era un dictador de facto, coronado por la guerra, con más muertos que recuerdos.

A su espalda, la puerta se abrió con un leve chasquido.

—Comandante Supremo —anunció la voz de la General Del'Shan—. Los asesores económicos están listos.

Escena 2: Sala de Análisis Económico

La sala estaba revestida con paneles interactivos, cada uno mostrando gráficas, mapas y proyecciones económicas. El equipo económico del Nuevo Orden estaba allí: tecnócratas, auditores, planificadores civiles, comandantes logísticos. Todos miraban a Yavin como si esperaran una sentencia.

—Comencemos —ordenó, tomando asiento en la cabecera.

Un joven economista abrió la presentación:

—El crecimiento económico ha alcanzado un 5.2% durante el último trimestre, impulsado principalmente por la industria de guerra, pero…

Se detuvo.

—Continúe —ordenó Del'Shan.

—…pero es un crecimiento artificial, Comandante. Sostenido únicamente por la producción bélica. Las reservas estratégicas están cayendo. Las importaciones desde colonias exteriores se han vuelto irregulares por las interrupciones logísticas. Y mantener las operaciones en Varnak Strain está costando un 21% más de lo presupuestado.

—¿Y el crédito estelar unificado? —preguntó Yavin.

—Aún fuerte, pero bajo presión. El IECI (Índice de Eficiencia Institucional) se mantiene en 0.83. Aún superior al Consenso, pero cayendo.

—¿Soluciones?

—Expandir el complejo industrial militar. Consolidar alianzas con colonias productoras. Acelerar la reforma agraria en Terra Primaris.

Yavin asintió.

—Entonces inícienlas.

Escena 3: El Planeta Tierra, Simbología y Futuro

En otra sala, Yavin se reunió con arquitectos y planificadores urbanísticos. Terra Primaris, su futura capital, era un símbolo fracturado: hermoso en ruinas, sagrado por su historia, contaminado por la codicia de siglos pasados.

—Quiero zonas verdes en las cúpulas. Quiero parques. Quiero que el pueblo vea que este mundo aún puede vivir. Que su capital no es una fábrica, sino un hogar —dijo Yavin con tono firme.

Uno de los técnicos, nervioso, intervino.

—Pero los ecosistemas exteriores son hostiles. Solo quedan ruinas. Recuperarlos…

—No me interesa lo difícil. Me interesa lo posible. Empiecen por el hemisferio norte. Quiero que la sede del Consejo del Nuevo Orden se construya donde alguna vez estuvieron las Naciones Unidas.

Silencio.

—Lo haremos, Comandante Supremo.

Escena 4: Alto Mando – Operación Códice de Ceniza

En la sala de guerra, el Estado Mayor se congregó. En el centro, una sola palabra flotaba sobre el holomapa:

Operación: Códice de Ceniza.

—El objetivo es simple —dijo Yavin—. Tomar los planetas clave cercanos a Kireas IV antes de fin de ciclo. Ya basta de legitimidades. Es hora de limpiar este conflicto de raíz.

Mariscal Halvek gruñó.

—Se necesitarán tres grupos de ejército y al menos dos flotas de invasión. Es una operación a ciegas, pero si funciona, el Consenso perderá el control de su retaguardia.

—¿Y el costo? —preguntó Del'Shan.

—Alto. Muy alto. Pero menos que prolongar esta guerra otros cinco ciclos.

Todos sabían lo que eso significaba.

El Nuevo Orden abandonaba oficialmente la estrategia de contención.

Escena 5: Informe Intergaláctico – Fronteras y Alianzas

Un nuevo holograma se activó. Era un informe del Departamento de Inteligencia Interestelar.

—Las especies del Borde Exterior están empezando a notarlo —informó Valgor—. Los Tarkari y los Is'Helen, dos civilizaciones menores, están preocupadas. Ya han contactado al Consenso preguntando qué ocurre. Una tercera, los Velari, han movilizado sus patrullas.

—¿Y qué han dicho sobre nosotros?

—Nada aún. La humanidad sigue siendo un enigma. Cerrada. Impredecible.

—Que siga así —dijo Yavin—. El misterio es una forma de poder.

Desde su despacho, Yavin contemplaba el planisferio táctico.

Había caminos que no podía evitar. Decisiones que ya no podía revertir.

El Nuevo Orden era una criatura que él mismo había creado.

Pero ahora…

Ahora debía decidir si la domaría, o si se convertiría en parte de su furia.

La guerra aún no había terminado.

Solo se estaba quitando la máscara.