Puede ser tan molesto a veces, pero oh tan sexy. Esa actitud dominante suya va a hacer que lo tire al suelo y lo devore. No ayudó que llevara un uniforme militar verde con una camiseta negra sin mangas, y sus tatuajes estaban completamente a la vista poniéndome nerviosa.
Sus pantalones estaban metidos en sus Doc Marten, y había un bonito bulto bajo su cinturón que prometía todo tipo de delicias.
Definitivamente no iba a poder hacer ningún trabajo con este personaje cerca.
Ya estábamos en su oficina cuando logré controlar mi baba.
Me lanzó algo desde su cajón que atrapé en el aire, unas llaves. No pude evitar ver el emblema en ellas.
—¿Qué es esto?
—Las llaves del Merc.
—¿Estás loco? No puedes simplemente darme las llaves de un Mercedes Benz.
—¿Dije o no dije que estarías en la parte trasera de mi moto y en mi cama?
—Sí, pero...