—Colt, gracias por esto, esto es... no sé qué decir.
—Fueron tus chicas Cy, yo no tuve nada que ver; todo fue mamá y Kat.
—Esto es demasiado y esa lápida, no me digas que esa cosa solo vale dos mil. —De hecho valía quince mil pero él no necesitaba saber eso.
—¿No te dijo el tipo que estaban teniendo una especie de oferta loca? —Me dio una mirada como si supiera que estaba mintiendo, lo cual fingí no notar mientras miraba alrededor a la gente que había viajado con nosotros.
Debía haber unas sesenta o setenta personas aquí. Los que se quedaron atrás estaban cuidando a los niños o el negocio pero todos habían ayudado de una forma u otra.
Mamá y Kat se les ocurrió la idea de un pequeño servicio, que acababa de terminar y ahora estábamos teniendo un picnic bajo el árbol que Cy había elegido para dar sombra a su esposa.