Capítulo 139: LYON

—¿Qué tal princesa, cómo estás? —Maldición, se ve tan triste.

—Estoy bien papi.

—¿Segura? ¿Hay algo de lo que quieras hablar? —Se encogió de hombros y se mordió la uña. Mierda, igual que su madre, hablar con ella es como sacarle una muela.

—Bueno, si estás segura de que estás bien. —Me di la vuelta para escapar pero debí haberlo sabido mejor al tratar con Kat número dos.

—Papi. —Mierda, estaba llorando.

«Voy a matar a ese pequeño cabrón por hacer llorar a mi princesa». —¿Qué pasa bebé? ¿Qué está mal?

Caminé y me senté en la cama junto a ella, rodeándola con mi brazo. Ella puso su cabeza en mi hombro y su mano en mi pecho. Todavía la niñita de papá. ¿Por qué no podía quedarse pequeña y dulce por al menos treinta años más? ¿Por qué tenía que meterse con chicos y esa mierda?

—Se va papi, se está mudando y me voy a morir si no lo vuelvo a ver. Tienes que hacer algo papi, por favor.