Capítulo 110

Traicionado por la Sangre

La habitación era pequeña, húmeda y apestaba a madera vieja y cerveza rancia. Xander se despertó sobresaltado, un leve sonido alertando sus sentidos. Al principio era distante—un murmullo indistinto llevado por el viento, el suave crujido de los tablones del suelo. Pero entonces lo escuchó, pasos.

Su respiración se entrecortó.

No solo pasos—demasiados de ellos. Un susurro, silencioso pero urgente. El vello de su nuca se erizó.

Los habían encontrado.

Xander se incorporó, instantáneamente alerta. Alcanzó el cuchillo bajo su almohada, sus instintos afilados por años de entrenamiento. Su pulso era constante, pero su cuerpo ya estaba en movimiento. Se giró bruscamente, sacudiendo al anciano a su lado.

—Ezek —siseó.

Ezek gruñó, moviéndose bajo la delgada manta.

—¿Qué demonios quieres?

—Levántate. Ahora.

Ezek entreabrió un ojo, cejas fruncidas con irritación.

—Muchacho, necesito mi...

Xander le tapó la boca con la mano.