Traicionado por la Sangre
Matt estaba sentado encorvado en la habitación tenuemente iluminada de la posada, sus dedos temblando alrededor del vaso de whisky barato. El líquido apenas le quemaba al tragar, pero no hacía nada para calmar la inquietud que se retorcía dentro de él. Sus ojos estaban vacíos, con círculos oscuros hundidos en su piel, su ropa antes impecable ahora arrugada y manchada.
Tres días.
Tres días huyendo. Escondiéndose. Esperando que todo pasara.
Había oído lo que sucedió. Era de lo único que hablaba la gente del pueblo. Cain tomó a todos en la Manada de la Luna Plateada como esclavos. Saqueó la manada y la destrozó. Su madre, sus hermanas, su gente. Todos estaban bajo Cain. Todos estaban sufriendo por sus errores.