Traicionado por la Sangre~
La habitación de Cain estaba tenue, la luz de la luna se derramaba en la habitación, las cortinas temblaban mientras el aire se filtraba a través de ellas. Avery yacía en su cama, con las piernas dobladas debajo de ella. Llevaba puesta la camisa de él, la tela colgaba suelta alrededor de su cuerpo, envolviéndola en su aroma.
Tenía una toalla envuelta en la cabeza, secando su cabello húmedo. Se veía... suave.
Incluso vulnerable. La vista de ella hizo que el pecho de Cain se agitara profundamente, como un dolor que le apretaba el pecho y le hacía olvidar cómo respirar.
Cain dio un paso lento hacia adelante, atraído hacia ella como una polilla a la llama. Su mirada se detuvo en la curva de su cuello, en el delicado subir y bajar de su pecho mientras respiraba. Su camisa la cubría como una segunda piel, y eso despertó algo en él.
—Avery —murmuró.
Ella lo miró, con ojos suaves y confiados.