Explosiones, Supervivencia... y una cucharita mortal

El mundo estaba oficialmente loco.

Pero yo, Kazuki, lo estaba aún más.

Después de sobrevivir a tres días de hambre, frío, explosiones involuntarias y animales asesinos con dientes de sable, pensaba que por fin podría descansar un poco.

Hasta que los vi.

Un ejército de goblins, verdes, feos y armados… con cucharas.

Sí, cucharas. Ni siquiera era un error de mi pantalla flotante. Cada uno llevaba una cuchara reluciente como si fuera una espada legendaria.

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> Nueva misión desbloqueada:

Misión #5: Derrotar a un goblin usando solo una cuchara.

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Miré mis manos.

No tenía cuchara.

—Esto tiene que ser una broma —murmuré, mientras uno de los goblins chillaba algo en idioma "gremlin enojado" y me señalaba con su cucharón.

Y entonces, como caído del cielo, frente a mí aterrizó… una cuchara.

Una simple cuchara de metal.

La pantalla flotante parpadeó de nuevo:

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> ¡Obtienes: [Cuchara de Principiante]!

Durabilidad: Muy baja.

Daño: … ¿Daño?

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—Genial —dije, levantándola como si fuera Excalibur—. Mi destino está sellado: moriré apaleado por cubiertos de cocina.

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Los goblins se acercaron. Al principio uno, luego cinco, luego diez.

Todos mirándome como si fuera el bufé del mes.

—Respira, Kazuki. No te emociones. No te asustes. No estornudes —me repetí.

Recordemos: emoción = explosión.

Explosión = goblins furiosos = más cucharazos.

Apreté la cucharita, cerré los ojos, y me lancé al ataque.

—¡¡¡YAAAAAH!!!

Golpeé al primer goblin en la frente.

¡CLINK!

La cuchara rebotó inútilmente.

El goblin parpadeó, mirándome como si acabara de darle un beso en la nariz.

Maldición. Esto iba a ser peor de lo que pensaba.

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Puff, que ahora observaba desde una roca cercana mientras comía palomitas mágicas, comentó:

—Técnicamente, no dice que debes derrotarlo de un solo golpe, ¿no?

Puedes… no sé, explotar accidentalmente y que la cuchara esté en tu mano.

Le lancé una mirada asesina.

—¡NO VOY A HACER TRAMPAS! —grité.

¡BOOM!

La explosión fue pequeña esta vez. Solo volé unos metros hacia atrás... ¡pero mi cuchara también salió disparada como un misil directo a la frente del goblin!

¡THUNK!

El goblin cayó de espaldas como un saco de papas.

...

Silencio.

Los otros goblins miraron a su compañero caído, luego a mí, luego a su compañero otra vez.

Y entonces... ¡huyeron chillando como bebés!

—¿¡QUÉ!?! ¡¿Eso cuenta como derrotarlo?! —dije, jadeando.

La pantalla flotante volvió a aparecer:

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> ¡Misión #5 Completada!

Recompensa: "Cuchara Legendaria [Versión Beta]" obtenida.

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Una nueva cuchara apareció en mi inventario. Esta era distinta: brillaba ligeramente, como si hubiera absorbido el alma del goblin derrotado (lo cual era una idea preocupante).

La descripción decía:

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> [Cuchara Legendaria (Beta)]

Daño +1 (wow).

Puede usarse para comer o pelear (no garantiza éxito en ninguna).

Luz propia en la oscuridad (nivel muy inútil).

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Me desplomé en el pasto, riendo como un loco.

Sobreviví.

Derroté un goblin con una cuchara.

Y ahora tenía una cuchara legendaria… que apenas servía.

Puff se acercó volando, sacudiendo la cabeza.

—Eres el primer invocado que sobrevive cinco misiones seguidas sin morir accidentalmente con su propia habilidad.

—¿Eso debería hacerme sentir orgulloso?

—Debería. Pero también un poco preocupado —añadió Puff—. Porque las misiones solo se van a poner peor.

Yo suspiré.

En ese momento, la pantalla cambió otra vez.

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> Siguiente misión desbloqueada:

6. Gana un torneo... disfrazado de mujer.

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Silencio.

Muy largo silencio.

Me levanté, miré al cielo… y grité:

—¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!!

¡BOOM!

El bosque entero tembló.

Puff soltó una risita maliciosa mientras ajustaba sus gafas.

—Oh sí, esto va a ser muy divertido…

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Continuará...