> Misión #8 activa:
Crea una ciudad desde cero.
Recompensa: Permiso de construcción interdimensional
Estado mental recomendado: Ingenuamente optimista o completamente desesperado.
---
—Entonces… ¿solo necesito construir una ciudad? ¿Desde cero? ¿Sin dinero, sin arquitectos, sin experiencia y con un gato traumatizado por cabras?
—¡Exactamente! —respondió Puff con demasiado entusiasmo para alguien que no iba a poner un solo ladrillo.
—…Genial. ¿Algo más que deba saber?
—Ah, claro. El terreno ideal para tu ciudad ya fue elegido mágicamente. ¡Está maldito!
Lo miré fijo.
—¿Qué clase de maldición?
—La que hace que todo lo que construyas… colapse en 24 horas a menos que convenzas a alguien que “crea en tu sueño”.
—...
Suspiré tan fuerte que un pájaro cayó del cielo.
---
Día 1: Exploración y expectativas ridículamente altas
El terreno estaba a medio día de caminata desde Fuentehonda. Era un valle amplio, lleno de flores, árboles… y calaveras de lo que parecían ser antiguos intentos fallidos de urbanismo.
Una piedra grande en el centro decía en letras rojas:
“ABANDONAD TODA ESPERANZA, USTEDES QUE EDIFICAN AQUÍ”
—Ah, decoración rústica —murmuré, fingiendo entusiasmo mientras Puff sacaba un rollo de pergamino que decía “Plan Maestro de Ciudad”.
—Mira esto, Kazuki: primero construimos la plaza central, luego un templo, después una cafetería para gatos, ¡y finalmente los baños termales gigantes con tobogán!
—Puff, ni siquiera tenemos ladrillos.
—Pero tenemos carisma mojado —me recordó con tono burlón.
—No estoy dispuesto a bañarme cada vez que hable con alguien.
—Entonces tendrás que convencerlos con tus palabras… y tal vez con una presentación en PowerPoint mágica.
---
Día 2: Reclutamiento y humillación pública
Mi pantalla flotante me mostró una nueva sub-misión:
> Sub-Misión: Recluta al menos 5 personas que crean en tu sueño.
Recompensa: El terreno dejará de ser un campo de ruinas maldito.
Decidí volver a Fuentehonda y buscar voluntarios. El problema era que el único que se me acercó fue el gato que todavía humeaba.
—¿Tendrás sombra? —me preguntó.
—Sí.
—¿Y pescado fresco?
—Claro.
—¿Y una política estricta anti-cabra?
—Por supuesto.
—Me apunto.
1/5: Gato en llamas reclutado.
Después de convencer al gato, intenté con aldeanos. Me subí a una caja, carraspeé la garganta y grité:
—¡Amigos! ¡Vecinos! ¡Locos aleatorios! ¡Estoy fundando una ciudad!
Nada.
—Una ciudad con baños termales, comida gratis… y sin impuestos los primeros tres meses.
Un tipo levantó la mano.
—¿Y qué hay de las cabras?
—Prohibidas.
—¿Y de las suegras?
—Eeeh… toleradas en pequeñas dosis.
—Aceptable. Me uno.
2/5: Tipo con trauma de cabras y suegras reclutado.
---
Día 3: Construcción del desastre
Volvimos al terreno con una carreta llena de madera, clavos, y optimismo suicida. El grupo estaba formado por mí, Puff, el gato, el aldeano traumatizado, una chica misteriosa que dijo que “seguía al caos” y un enano que pensó que estaba en una excursión de turismo extremo.
—¡A construir! —grité, levantando un martillo que claramente no sabía usar.
Pasaron 5 minutos.
Golpeé mi dedo 6 veces, le di un martillazo a Puff por error, el gato se durmió en el plano de la ciudad, y la chica misteriosa intentó prenderle fuego al pozo “por estética”.
Y entonces apareció un mensaje flotante.
> Alerta: La ciudad colapsará en 24 horas si no inspiras a alguien que crea en tu sueño de verdad.
—¡¿QUÉ SIGNIFICA “DE VERDAD”?! —grité al cielo.
La pantalla respondió con una nueva línea:
> “Literalmente alguien con FE ABSOLUTA en ti. Que te siga incluso si decides construir una ciudad flotante hecha de gelatina.”
…
Giré lentamente hacia mis compañeros. Ninguno parecía convencido. Ni siquiera el gato.
—…Kazuki —dijo Puff—, creo que tienes que hablar desde el corazón.
Tomé aire, subí a una piedra (con precaución esta vez) y hablé:
—Sé que esto parece una locura. ¡Porque lo es! Pero también lo era salvar un pueblo con una cuchara. ¡Y lo hicimos!
—Lo hiciste tú solo —murmuró el enano.
—¡Exacto! ¡Y ahora podemos hacer algo aún más loco! ¡Un hogar para locos como nosotros! Gente rechazada, chamuscada, perseguida por cabras y por la vida.
—…
—No les prometo riquezas. No les prometo gloria.
—Entonces, ¿qué sí? —preguntó el aldeano.
—Un baño caliente al final del día… y comida sin pelos de cabra.
Silencio.
La chica misteriosa rompió en aplausos.
—¡Sí! ¡Sí! ¡Eso es exactamente lo que siempre quise!
> 3/5: Chica caótica reclutada con fe absoluta.
El enano levantó la mano.
—Yo solo venía por turismo extremo, pero esto se está poniendo épico. ¡Estoy dentro!
> 4/5: Enano confundido reclutado.
Finalmente, el aldeano suspiró.
—Mientras no aparezca mi suegra, cuenta conmigo.
> 5/5: Grupo mínimo con fe absurda… reunido.
---
> Sub-misión completada.
La maldición se ha disipado.
¡Ahora puedes construir tu ciudad!
En ese momento, una luz mágica descendió sobre el valle. El suelo tembló. Una voz celestial sonó:
—“Kazuki no-muy-héroe, se te concede el permiso interdimensional de construcción.”
En mis manos apareció un extraño objeto: un pergamino mágico que brillaba con las palabras:
“Constructor Inicial Nivel 1: Desbloqueado”
La ciudad estaba en marcha.
La aventura urbana… apenas comenzaba.
---
Continuará en el Capítulo 7: “Problemas de arquitectura mágica y gatos con casco”