—Nos vemos en la gala entonces —dijo Casaio y salió de la oficina. Sin embargo, no se fue de inmediato, sino que fue a ver a Amelie.
Ella estaba revisando los archivos apilados en su escritorio cuando escuchó que se abría la puerta.
Al levantar la cabeza, Amelie encontró al príncipe mayor de pie frente a ella. Rápidamente lo saludó con tono humilde mientras mantenía la mirada baja.
Casaio no le respondió y se acercó a ella. —A nuestra madre no le gustará tu presencia junto a Gabriel. Así que asegúrate de no asistir a la gala. Ella no quiere a Gabriel, y tu presencia puede provocarla más. Espero que entiendas lo que quiero decir, Señorita Amelie —dijo, manteniendo la conversación directa.
—Sí, Señor —respondió Amelie.
—Bien —Casaio dio un paso atrás y se dio la vuelta solo para ver a Gabriel.
—Te dije que te fueras de inmediato, no que le dieras una lección a Amelie —declaró Gabriel.