Inmoral y asqueroso

—¿Por qué no puedo casarme con Alex? —Flora miró a sus padres con incredulidad. Desde el día en que descubrieron la verdad, se habían estado comportando como tiranos con ella.

—Mamá, ¿en serio vas a arruinar mi vida por culpa de Amelie? —cuestionó con los ojos abiertos mientras daba un paso hacia su madre.

Samyra apretó los puños. —¿No lo ves? Alex quiso matar a Amelie, sabiendo que está embarazada. Cualquier relación que hayas construido con él, termínala. Tu padre y yo nunca te daremos nuestra aprobación para casarte con Alex —declaró Samyra. Su decisión era firme y no tenía intención de retroceder.

—Mamá, ¿por qué me haces esto? Siempre estuviste tan orgullosa de mí. Nunca intentaste detenerme de perseguir mis deseos. No hagas que te odie de la misma manera que Amelie lo hace. Ya perdiste una hija, no pierdas otra —afirmó Flora. Su tono llevaba tanto la advertencia como el desagrado que sentía.

Antes de que Samyra pudiera hablar, la voz de una sirvienta los interrumpió.