¿Placer?
Amelie se dio cuenta de lo extraña que se sentía esa palabra, lo distante que siempre había estado. Con Alex, nunca había sabido realmente lo que significaba.
El afecto que él le daba había sido suficiente en aquel momento, no porque la satisfaciera, sino porque nunca había conocido nada más. Privada de amor verdadero toda su vida, incluso los más pequeños gestos de cariño le habían parecido preciosos.
Pero Gabriel... Gabriel había sido diferente desde el principio. Nunca la miró con lástima, sino como a una mujer que quería mantener a su lado.
Ella era la respuesta a sus preguntas desconocidas.
Él la había visto en su momento más vulnerable, la había escuchado cuando nadie lo hacía y se había preocupado por ella en cada paso del camino.
E incluso ahora, con el deseo ardiendo en sus ojos, eran la comodidad y las necesidades de ella las que ponía primero.