Los momentos más aterradores

—Me encantó el vestido que trajiste de Elarion —dijo Katelyn, sus ojos iluminándose con una chispa de emoción—. Voy a usarlo la próxima vez que salga.

—Deberías guardarlo para una cita con Karmen —bromeó Amelie con una cálida sonrisa.

Pero tan pronto como las palabras salieron de su boca, notó que la sonrisa de Katelyn flaqueaba. El brillo en sus ojos se apagó, y su sonrisa desapareció. Las cejas de Amelie se fruncieron con preocupación.

—¿Qué pasó? —preguntó suavemente.

Katelyn dudó por un momento antes de finalmente admitir:

—Amelie... Karmen me rechazó.

—¿Qué? —los ojos de Amelie se abrieron con incredulidad, como si hubiera escuchado mal—. ¿Por qué?

Katelyn bajó la mirada, sus dedos moviéndose nerviosamente en su regazo.