Punto de vista de Olivia
Un martillo neumático. Tenía que haber un martillo neumático golpeando en mi cabeza en este preciso momento. Esa podría ser la única explicación para este horrible dolor. Mi cuerpo se sentía como si hubiera sido pisoteado por una estampida—mi cabeza palpitando, el estómago retorciéndose con náuseas, y el sudor frío pegado a mi piel.
Gemí, forzándome a sentarme, y fue entonces cuando noté a mi madre, profundamente dormida en el sillón junto a mi cama. Tragué saliva con dificultad y miré alrededor, solo para darme cuenta de que estaba en mi habitación.
Fruncí el ceño mientras me tomaba unos segundos recordar todo lo que había sucedido. El recuerdo regresó a mi mente. Los recordé—se reproducían como una película en mi mente. Anita en los brazos de mis supuestos esposos. Sus cuerpos entrelazados mientras la poseían, mientras me obligaban a mirar.