Punto de vista de Olivia
Las sábanas aún conservaban el aroma de ellos, salvaje y masculino, únicamente suyo. El cedro ahumado de Lennox, el pino intenso de Levi y el ámbar cálido de Louis.
Me acurruqué en la leve marca donde había estado Lennox, acercando la sábana, con los ojos cerrándose suavemente.
Cómo sería...
Despertar cada mañana enredada en sus brazos, no por accidente, no por instinto, sino porque ellos me querían allí.
Porque me amaban.
Lo imaginé
Despertar lentamente al sonido de respiraciones tranquilas y el peso de un brazo alrededor de mi cintura. La voz grave y ronca de Lennox murmurando:
—Buenos días, amor —contra mi cuello mientras me daba un beso perezoso.
Levi refunfuñaría algo sobre cinco minutos más, pero aun así se acercaría más, atrayéndome hacia el calor de su cuerpo, sus labios rozando mi hombro como si no pudiera evitarlo.