El Alfa Lago todavía estaba dando instrucciones a Henry y Philip cuando escuchó el grito doloroso de Audrey, miró en su dirección y su visión se tornó roja.
En un abrir y cerrar de ojos, estaba al lado de Audrey, sosteniéndola mientras la sangre fluía de su herida.
—¡¿Qué has hecho?! —estaba letal mientras miraba a Grace.
La habría acabado allí mismo, pero Audrey era más importante, la llevaría al Hospital de la Manada, y luego, se encargaría de Cara y Grace más tarde.
—A-Alfa, yo n-no-
—¡Silencio! —le gruñó a Grace.
Su lobo estaba completamente presente ahora, todos bajaron la cabeza en total sumisión a su orden de Alfa.
Cara temblaba visiblemente mientras estaba de pie junto a la pared, acababa de estar chismorreando y hablando mal de Audrey, y nunca esperó que Grace se lo tomara tan personalmente y actuara como lo hizo.