Promesas oscuras de placer

—Gracias, Ms. Bridget —dijo Alfa Lago, abriendo la tapa de un recipiente.

—Oh, por favor, es solo un bento, no tenía fuerzas para cocinar nada esta noche. Así que no te preocupes, no fue estresante —dijo Ms. Bridget, sonriendo.

—Aún así va a estar delicioso, así que, gracias —Audrey sonrió a la mujer.

Ms. Bridget le sonrió cálidamente. Estaba feliz de ver a Audrey y Alfa Lago finalmente comenzar a sentirse cómodos uno al lado del otro, parecía que se llevaban bastante bien. Pero deseaba que dejaran de negar la química ardiente entre ellos, les haría bien aceptar sus sentimientos mutuos.

—¿Quieres que te dé de comer, gatita? —preguntó Alfa Lago y tomó su tenedor para alimentar a Audrey.

—¡No! Tengo manos, y, no me llames así delante de la gente... —Audrey movió sutilmente la cabeza hacia Ms. Bridget.

—¡Ooh! —Alfa Lago actuó sorprendido como si realmente estuviera sorprendido por la noticia.

—¡Sí! —Audrey asintió lentamente con la cabeza, siguiéndole el juego.