Audrey estaba sentada en el sofá con Alfa Lago masajeando sus hombros detrás de ella.
—No te preocupes, la encontraremos; los lobos han sido enviados a buscar por todos los bosques y fronteras; relájate; Sandra volverá a salvo —Alfa Lago besó su mejilla, colocando su rostro junto al de ella.
—Eso espero; es por mi culpa que está desaparecida; nunca me perdonaré si algo le sucede —ella suspiró profundamente.
Alfa Lago estaba callado, sin saber qué palabras usar para consolarla.
—Pase lo que pase, estaré justo a tu lado —dijo suavemente.
De repente, sonó un golpe en la puerta, interrumpiendo su momento tranquilo.
—Yo abro —Alfa Lago besó su mejilla nuevamente antes de ir a abrir la puerta.
—Alfa, todos los guerreros han sido reunidos —Audrey escuchó a Andrew informar a Alfa Lago.
Ella se levantó rápidamente y se acercó a la puerta.
—¿Las brujas también están aquí? —preguntó, parándose junto a Alfa Lago.