A veces no nacemos… simplemente empezamos a existir.
Denji no encaja, no brilla, no grita.
Solo sobrevive, como puede, entre recuerdos rotos y silencios que duelen.
Pero incluso en los lugares más oscuros,
hay palabras que laten.
Y entre despedidas y ausencias,
puede nacer algo parecido a la vida.
Es mi primera historia corta. Un experimento sincero con el que busco reconectar con lo que alguna vez soñé. Aunque breve, esta historia podría expandirse en el futuro si alguien conecta con ella. Gracias por leer.