Capítulo 48 — Ecos del Fénix
🏰 Un Regreso Inesperado
Tras atravesar el portal ancestral, Caelan despierta cerca de los límites del reino. Los cielos son los mismos, pero el aire es distinto: más tenso, más vigilante. Se acerca a la ciudad oculta de su casa noble, **Ignarion**, bajo la identidad aún secreta que ha mantenido.
Pero no pasa desapercibido.
En cuanto pone un pie dentro de los dominios, un **rugido colosal** sacude el cielo. Es **Draygar**, su bestia guardiana, quien no ha cesado de buscarlo ni un solo día. Al verlo, no se lanza con violencia, sino con un aullido agudo y tembloroso.
> **Draygar** (vía vínculo mental):
> —Te fuiste… y el fuego tembló. Pero no ardió sin ti.
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### 👥 Reunión con los Aliados
El primero en llegar es **Kierel**, su compañero de batallas, portador del viento cortante y estratega implacable. Su mirada, antes contenida, ahora es un vendaval emocional.
> **Kierel**:
> —¡Tres semanas! Tres malditas semanas creyendo que habías muerto.
> Y ahora apareces… más viejo en los ojos. ¿Qué viste allá?
Le siguen **Nyrr**, el portador de la tierra viva, y **Velkan**, el domador de aguas oscuras. Los tres formaron el núcleo de la ofensiva secreta contra el concilio, y en su ausencia, las cosas han cambiado.
Velkan muestra nuevas cicatrices. Nyrr guarda silencio. Kierel ya no confía tan fácilmente.
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### 🕯 El Secreto Revelado
Caelan no puede contar todo, pero sí lo suficiente: que ha visto el origen del ciclo, que **hay un enemigo más antiguo que el concilio**, y que **su alma no es del todo suya… ni de este tiempo**.
Los demás dudan. No de su lealtad, sino de lo que ha traído con él.
> **Velkan**:
> —Si tú has traído un fragmento del principio… ¿qué más podría haberse colado?
Y es entonces cuando la sombra que lo siguió —el **Eco de Kael’Orin**— aparece. Los aliados se ponen en guardia.
> **Eco** (voz distorsionada):
> —No soy enemigo. Soy posibilidad.
> Soy lo que él puede llegar a ser… si se atreve.
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### 🔥 Una Nueva Decisión
Caelan convoca a todos en la cámara oculta de Ignarion. Allí revela su nuevo dominio: ya no solo fuego, sino **Fuego Primordial**, el calor que precede a toda creación, que puede encender incluso lo que aún no ha nacido.
El grupo, ahora desconcertado, se enfrenta a un dilema: ¿deberán seguir a un compañero… o a un ser en transición hacia algo más grande?
> **Kierel** (finalmente):
> —Te seguiré, Caelan. Pero si dejas de ser tú… seré el primero en detenerte.
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**FIN DEL CAPÍTULO 48 — Ecos del Fénix**