🔥 El Umbral del Fénix
Tras la emboscada del Demiurgo, el grupo se refugia en las **Montañas de Kal-Daharn**, un lugar tan antiguo que la magia misma se niega a establecerse allí. Pero precisamente en ese vacío de maná... es donde Caelan debe **encender su alma desde cero**.
> **Velkan**:
> —Aquí no hay flujo mágico. Nada puede ayudarte.
> Solo queda lo que realmente eres.
> **Caelan** (cerrando los ojos):
> —Perfecto.
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### 🧱 Los Tres Sellos del Fuego Primordial
Acompañado solo por su sombra, el Eco de Kael’Orin, Caelan comienza su entrenamiento. Para dominar su nuevo dominio, debe superar **tres pruebas internas**, llamadas los **Sellos de la Llama Inmutable**:
**El Primer Sello — Desapego del Dolor**
Caelan revive cada muerte pasada. Cada traición. Cada momento en que dudó de sí mismo.
Pero esta vez no huye. No se niega. **Lo quema todo**.
**El Segundo Sello — La Forma del Fuego**
Aquí no se trata de proyectar llamas. Se trata de *ver el mundo como una secuencia de brasas esperando prender*.
Caelan aprende a **encender posibilidades**, creando estructuras de realidad que **no existían antes**: una espada sin forja, un puente sin materia, un escudo hecho de intención.
**El Tercer Sello — El Silencio del Alma Ardiente**
En este último sello, debe dejar de luchar. Sentarse. Ser.
El fuego no arde. No ruge.
**Es.**
> **Eco de Kael’Orin**:
> —No necesitas dominarlo.
> Solo dejar de separarte de él.
> Tú **eres** el fuego.
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### 🌠 El Nuevo Poder
Cuando emerge del entrenamiento, los ojos de Caelan ya no brillan: **arden sin consumir**. A su alrededor, el aire se curva suavemente. El grupo lo observa… y saben que algo ha cambiado.
> **Nyrr**:
> —Antes eras una llama buscando expandirse.
> Ahora eres… el sol controlando cuándo salir.
Caelan ha dominado el **Fuego Primordial de Creación**.
Ya no destruye. **Define.**
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**FIN DEL CAPÍTULO 51 — El Fuego Que No Arde**
*La mayor llama no es la que quema... sino la que transforma el mundo sin pedir permiso.*