emyshchion

En un mundo donde cada ser humano nacía con un Guardián Bestial, criatura forjada de la magia de los elementos primordiales —fuego, agua, viento, tierra—, la vida era una danza eterna entre el poder y el destino. Desde su primer aliento, a cada niño se le concedía no solo una bestia, sino también un Dominio: una afinidad mágica que moldearía su camino, ya fuera la invocación de tormentas, la manipulación de las llamas, la comunión con la tierra o el fluir del agua.
La nobleza y la realeza eran castas no solo de sangre, sino de poder. Las Casas más antiguas dominaban elementos raros: hielo, relámpago, sombras, incluso éter espiritual. Ángeles custodiaban antiguos pactos de equilibrio. Demonios susurraban tentaciones en las noches más oscuras. Hadas y espíritus vagaban entre los mortales, invisibles para la mayoría, pero vitales en los hilos del destino.
En este mundo nació —o más bien, renació— Caelan Duskvarr, un alma vieja atrapada en un cuerpo joven, sin memoria clara de su vida anterior, pero con la sensación ardiente de que había dejado asuntos inconclusos. Esta vez, en su nacimiento, su Guardián no fue un lobo de fuego ni un tigre de viento... sino una criatura prohibida: un Dragón de Sombra, un ser que no pertenecía a ningún elemento natural conocido.
Marcado por la sospecha, temido por los sabios, y vigilado por la realeza, Caelan tendría que navegar una vida plagada de secretos, donde su Dominio —aún desconocido y errático— lo conectaba tanto a la luz de los ángeles como a la oscuridad de los demonios.
El equilibrio del mundo se resquebrajaba. Familias nobles caían, reyes morían sin dejar herederos, y bestias salvajes surgían de grietas en la tierra misma. A medida que su poder crecía, Caelan descubriría que su reencarnación no era un accidente. Él era la pieza clave en un juego ancestral entre fuerzas divinas y malditas... y el mundo entero era el tablero.
Para sobrevivir, Caelan tendría que domar su Guardián, desentrañar el misterio de su pasado, formar alianzas improbables con hadas y espíritus, y desafiar a la mismísima nobleza y realeza que pretendían usarlo como un arma o destruirlo.

"El Guardián de las Sombras Primordiales"

# 📖 Capítulo 52 — El Santuario del Velo Roto

### 🏞 La Ruta Prohibida

Guiados por antiguos escritos que Nyrr descifró entre ruinas perdidas, el grupo viaja al **Yermo de Ithis-Sael**, una región donde el maná se comporta de forma inversa y la realidad tiembla. Se dice que allí se encuentra el **Santuario del Velo Roto**, un templo dejado atrás por los primeros Tronos… cuando aún eran mortales.

> **Velkan** (mientras cruzan el umbral):

> —¿Esto era parte del plan?

> —No. Esto... es lo que hay que hacer cuando ya no hay camino.

### 🌀 Tiempo Inverso

Dentro del santuario, el tiempo fluye hacia atrás. La sangre corre hacia las heridas, las lágrimas suben, y los pasos se desandan. Solo Caelan, protegido por el fuego que lo redefine, puede avanzar.

> **Nyrr** (cayendo de rodillas):

> —¡Está invirtiendo nuestros recuerdos!

> —¡Quédense atrás! Este conocimiento no puede ser compartido... aún.

### 🕯 El Núcleo del Ciclo

Caelan llega a la sala central. Allí encuentra una esfera suspendida entre pilares grabados con símbolos de todos los elementos, incluso los olvidados: **Caos, Vacío, Luz Primigenia, Sombra Silente**…

Dentro de la esfera, una figura se materializa: **una versión de sí mismo**, pero más antigua, más quebrada. Es un Caelan de una vida anterior, que **fracasó**.

> **Fragmento Anterior**:

> —Yo también intenté romper el Ciclo.

> Pero me convertí en parte de él.

> ¿Qué harás tú... que sea distinto?

### ✨ El Juramento de Caelan

El Fuego de Caelan reacciona a la pregunta. Las brasas a su alrededor arden en runas vivas que comienzan a **reescribir el código del templo mismo**.

> —No seguiré tu camino.

> Tampoco lo destruiré.

> Lo *reconstruiré* desde las cenizas.

La esfera estalla en luz negra y dorada. El conocimiento le es entregado: **los nombres verdaderos de los primeros nueve Tronos**, los orígenes del Ciclo, y lo más importante… **la ubicación de la Fisura del Final**, donde todo comenzó.

### 🛡 El Guardián Despierta

Pero la revelación tiene un precio.

El santuario se resquebraja. Desde su núcleo despierta el **Guardián del Velo**, una criatura hecha de elementos rotos: agua que sangra, tierra que respira, fuego congelado y viento sólido. Un protector dejado atrás para evitar que alguien **intervenga en el Ciclo**.

> **Guardián**:

> —Has visto lo que ningún mortal debía conocer.

> Ahora… serás parte del silencio eterno.

**FIN DEL CAPÍTULO 52 — El Santuario del Velo Roto**

*Algunos secretos se heredan. Otros, se roban a la mismísima eternidad.*

Capítulo 52 — El Santuario del Velo Roto.