emyshchion

En un mundo donde cada ser humano nacía con un Guardián Bestial, criatura forjada de la magia de los elementos primordiales —fuego, agua, viento, tierra—, la vida era una danza eterna entre el poder y el destino. Desde su primer aliento, a cada niño se le concedía no solo una bestia, sino también un Dominio: una afinidad mágica que moldearía su camino, ya fuera la invocación de tormentas, la manipulación de las llamas, la comunión con la tierra o el fluir del agua.
La nobleza y la realeza eran castas no solo de sangre, sino de poder. Las Casas más antiguas dominaban elementos raros: hielo, relámpago, sombras, incluso éter espiritual. Ángeles custodiaban antiguos pactos de equilibrio. Demonios susurraban tentaciones en las noches más oscuras. Hadas y espíritus vagaban entre los mortales, invisibles para la mayoría, pero vitales en los hilos del destino.
En este mundo nació —o más bien, renació— Caelan Duskvarr, un alma vieja atrapada en un cuerpo joven, sin memoria clara de su vida anterior, pero con la sensación ardiente de que había dejado asuntos inconclusos. Esta vez, en su nacimiento, su Guardián no fue un lobo de fuego ni un tigre de viento... sino una criatura prohibida: un Dragón de Sombra, un ser que no pertenecía a ningún elemento natural conocido.
Marcado por la sospecha, temido por los sabios, y vigilado por la realeza, Caelan tendría que navegar una vida plagada de secretos, donde su Dominio —aún desconocido y errático— lo conectaba tanto a la luz de los ángeles como a la oscuridad de los demonios.
El equilibrio del mundo se resquebrajaba. Familias nobles caían, reyes morían sin dejar herederos, y bestias salvajes surgían de grietas en la tierra misma. A medida que su poder crecía, Caelan descubriría que su reencarnación no era un accidente. Él era la pieza clave en un juego ancestral entre fuerzas divinas y malditas... y el mundo entero era el tablero.
Para sobrevivir, Caelan tendría que domar su Guardián, desentrañar el misterio de su pasado, formar alianzas improbables con hadas y espíritus, y desafiar a la mismísima nobleza y realeza que pretendían usarlo como un arma o destruirlo.

"El Guardián de las Sombras Primordiales"

# 📖 Capítulo 55 — El Que No Tiene Nombre

### 🏕 Reunión al Amanecer

Caelan y su grupo acampan en los bosques de **Khelaran**, recuperándose de la travesía del santuario. A pesar del silencio nocturno, todos sienten una presión en el aire. El maná… **se ha detenido**.

> **Nyrr** (murmurando):

> —Es como si el mundo contuviera el aliento…

> **Velkan** (empapado en sudor frío):

> —Algo viene. Y no es natural.

### 🌫 El Cazador Llega

Sin aviso, la niebla cae. No desde el cielo, sino desde las raíces. Los árboles comienzan a oxidarse, la tierra se seca… y el fuego de Caelan **parpadea** por primera vez.

De entre la bruma aparece una figura alta, de ropajes grises, sin emblema, sin armamento visible. Sus ojos son dos espacios vacíos.

> —Bestia. Dominio. Ciclo.

> Palabras vacías.

> Yo ya no tengo nombre, porque los nombres me encadenan.

### ⚔ Un Combate Imposible

Caelan lanza su fuego. Nyrr invoca a su bestia de viento. Velkan golpea con su fuerza de tierra…

**Nada funciona.**

Feyn **absorbe, refleja o ignora** cada ataque.

> **Nyrr** (gritando):

> —¡¿Qué eres?! ¡No tienes esencia elemental!

> **Feyn** (avanzando sin emoción):

En un solo gesto, parte la tierra entre ellos. No usa magia, ni fuerza, solo **negación**. Donde pisa, las leyes del mundo **dejan de aplicar**.

### 🛡 Caelan Toma la Iniciativa

Recordando la llama entregada por el Guardián, Caelan convoca el **Fragmento de la Voluntad**. Su fuego se convierte en concepto: una llama que arde **porque él quiere que arda**.

> —Tú no tienes dominio, ni forma…

> Pero yo tengo *decisión*.

Los dos se lanzan en un duelo más mental que físico. Cada golpe es una afirmación: "Yo existo."

Cada defensa, una negación: "No bajo tus reglas."

### ☠ Cierre Brutal

A pesar del esfuerzo, Caelan es superado. Feyn no busca matar… **busca borrar.**

Lo toca, y parte de su memoria **desaparece** por segundos. La bestia guardiana de Velkan **se desvanece del plano físico** al intentar interponerse. Nyrr cae inconsciente por la presión de lo no-nombrado.

Justo cuando Feyn va a tocar el corazón de Caelan…

> —Una chispa... no debería aspirar a sol.

…un **eco de llama blanca** brota del pecho de Caelan. No es magia. Es **resistencia pura**.

Feyn retrocede. Por primera vez… duda.

### 🌑 Retirada

El cazador no ha fallado, pero tampoco ha ganado. Su cuerpo se disuelve en bruma.

> **Feyn (desvaneciéndose)**:

> —Interesante.

> Te subestime.

> No volveré a hacerlo.

### 🧭 Una Nueva Regla

Caelan se mantiene en pie, tambaleante. Algo dentro de él cambió.

> **Caelan** (voz rasposa):

> —No volveremos a huir.

> Si nos cazan…

> Entonces arderán con nosotros.

**FIN DEL CAPÍTULO 55 — El Que No Tiene Nombre**

*No todos los enemigos existen para ser vencidos. Algunos… existen para probar si mereces existir.*

Capítulo 55 — El Que No Tiene Nombre.