Un Esposo Devoto

Adam salió del coche y extendió su mano a Melanie, quien vestía un sencillo vestido de funda color marfil, ignorando la presencia del hombre que esperaba a unos metros de distancia.

Ella colocó su mano en la de él y, una vez fuera, él le dedicó una sonrisa y le pasó el brazo por el suyo, guiándola hacia la entrada. Justo cuando llegaron a las puertas, Adam se detuvo, su mirada posándose en una figura familiar, y le dirigió al hombre una mirada sorprendida como si no lo hubiera notado antes.

—¿Tío Truman? ¿Qué haces aquí?

El abogado Truman dirigió a la pareja una mirada complicada antes de responder.

—Escuché que tú y la Señorita Melanie iban a casarse.

Los labios de Adam se curvaron en una sonrisa presumida y asintió mientras enderezaba su mano y rodeaba con su brazo el hombro de ella.

—Has oído bien, tío Truman. Decidimos casarnos primero y luego informar a todos los demás. Ya la presenté oficialmente a la familia.

Truman asintió lentamente, su expresión ilegible.