Una Oferta

Melanie hizo una pausa justo fuera de la puerta de su oficina. No porque dudara en entrar, sino porque su asistente estaba allí de pie, sonriendo como si acabara de ganar la lotería. La imagen le dio una sensación de déjà vu—era exactamente como se había visto el lunes pasado, parado en el mismo lugar, irradiando la misma emoción apenas contenida.

Cruzó los brazos, arqueando una ceja.

—A este ritmo, debería nombrarte el guardia oficial de mi oficina. ¿Y bien? ¿Qué buenas noticias tienes para mí hoy? ¿Finalmente encontraste la fuente de la filtración de información?

La sonrisa de Ben vaciló, su expresión cambiando por un brevísimo momento antes de recomponerse. Dio un rápido paso adelante, bajando la voz a un susurro.

—Peter Burskey está sentado dentro.

Las cejas de Melanie se elevaron.