Adam llegó al hotel en tiempo récord, su corazón latiendo con partes iguales de preocupación e irritación. Había esperado caos, pero ¡cada vez que esperaba que Saira se comportara decentemente ella comenzaba a crear problemas! ¡Le había dicho al niño que él era su amigo y eso debería haber sido todo! ¡Pero ella tenía que ir ahora y complicar las cosas! Y aunque ella podría afirmar que lo había hecho por él, él sabía y ella definitivamente sabía que las cosas no eran tan simples. Saira solo hacía cosas que estaban a su favor... que le beneficiaban.
Pero sin importar lo que siguiera esperando, al entrar en el vestíbulo del hotel y ver la escena frente a él, por primera vez en su vida, realmente sintió que su presión arterial se disparaba y una profunda ira lo envolvía.