Es Pequeñito

Tiempo presente...

Sarah

No.

No puedo hacerlo. No puedo contarle a Josh sobre aquellos días. Él es una de las pocas personas que todavía me respeta. Si le cuento...

—¿Sarah?

La voz de Josh interrumpe mis pensamientos.

—Te quedaste como ausente.

Parpadeo, volviendo al presente. Josh me mira con preocupación, con el ceño fruncido.

—Lo siento —digo, forzando una sonrisa—. Solo me perdí en mis pensamientos.

—¿Me ibas a contar? —me anima suavemente.

Respiro profundamente. Por un momento, había estado lista para confesarlo todo: la manipulación, la desesperación, la persona que solía ser. Pero las palabras mueren en mi garganta.

—Solo... no siempre fui una buena persona, Josh —digo en cambio, con voz apenas audible—. Hice cosas de las que no estoy orgullosa.

Josh extiende su mano sobre la mesa y toma la mía. Su palma está cálida contra la mía, firme y reconfortante.

—Todos tenemos arrepentimientos —dice—. Cosas que desearíamos poder deshacer.