Se acabó

El pasado continúa...

Matthew

En el momento en que Amanda sale, el mundo se inclina bajo mis pies. Mi pecho se tensa, un sudor frío recorre mi espalda. Me aferro a los bordes de mi escritorio, mirando fijamente los papeles frente a mí, pero las palabras se vuelven borrosas.

Ni siquiera recuerdo esa noche. No recuerdo haber tocado a Sarah. No recuerdo haberla deseado.

Finalmente levanto la cabeza, mi mirada se dirige rápidamente hacia Sarah. Ella sigue ahí de pie, con la mejilla roja por la bofetada de Amanda.

Mi estómago se retuerce.

—¿Realmente sucedió? —mi voz es ronca, apenas un susurro.

Los labios de Sarah se entreabren ligeramente, como si no esperara que yo la cuestionara.

—¿Qué?

—¿Realmente tuvimos sexo? —empujo mi silla hacia atrás, poniéndome de pie. Mis manos están temblando—. No recuerdo esa noche, pero algo de esto no me parece correcto.

Sarah cruza los brazos sobre su pecho, su expresión cambiando.

—¿Estás diciendo que me lo inventé?