Ana captó inmediatamente el significado detrás de las palabras de Gabriel. Alguna vez lo había admirado, respetado como un líder capaz y una figura estable en la familia Beaumont. Pero ahora, ese exterior pulido ya no la engañaba. Debajo del tono calmado y los modales refinados había un hombre calculador y frío que solo se preocupaba por el control y la imagen.
—¿Familia? —Una risa seca escapó de sus labios—. Eso es irónico, viniendo de ti. Nunca trataste a Agustín como familia. Lo ignoraste, lo despreciaste... y ahora de repente, todos somos 'familia' cuando conviene a tu agenda.
El rostro de Gabriel se endureció.
Ana sostuvo su mirada, sin inmutarse. —¿Acaso sabes lo que Denis me hizo? Me envió a negociar un trato con el Sr. Lee. Él sabía exactamente qué tipo de hombre era el Sr. Lee. Y aun así, me envió sola.
La postura de Gabriel se tensó.