Paule está despierto.

En la oficina…

Agustín estaba ocupado en una reunión. Ana estaba sentada en su escritorio, revisando archivos que él había compartido con ella. Llevaba una blusa beige suave, mangas cuidadosamente arremangadas, compuesta, pensativa, completamente inmersa en su trabajo. Presionó la parte posterior del bolígrafo contra su labio inferior y luego marcó ciertos puntos en el archivo.

Megan se acercó con paso firme al escritorio de Ana. Aclaró su garganta, exigiendo atención.

Ana levantó la mirada, sus ojos entrecerrándose en el momento en que vio quién era. —¿Tú? —Se reclinó en su silla, brazos cruzados.

Con un aire de altiva confianza, Megan se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja. —Necesito hablar con Agustín. Es sobre el proyecto.

—Está en una reunión —respondió Ana, con voz cortante y fría—. Te avisaré cuando esté libre. Puedes irte ahora. —Bajó la mirada hacia el archivo frente a ella, tratando a Megan como una interrupción sin importancia.