Nuevos Residentes de la Tienda y Bebida, ¡Lima Espumosa!

Los dos gatitos se asomaron desde detrás de su madre, sus diminutas colas balanceándose mientras observaban con curiosidad a Hao.

Lentamente, avanzaron. Uno tocó audazmente la manga de Hao con su pata, mientras que el otro olfateó sus dedos antes de soltar un pequeño maullido agudo.

Hao parpadeó. Su mano se crispó.

—...Demasiado lindo.

Recogió a uno de los gatitos. Era tan pequeño que cabía perfectamente en la palma de su mano. La pequeña criatura lo miró parpadeando, y luego inmediatamente comenzó a mordisquear su dedo con sus apenas perceptibles dientes de leche.

Hao dejó escapar una risa impotente. —Oye, no soy comida.

La gata madre emitió un suave mrrp, y Hao sintió un golpecito en su rodilla.

Miró hacia abajo.

El otro gatito había trepado a su regazo, sus diminutas patas presionando contra su ropa mientras lo miraba fijamente, con la cola moviéndose.

Hao suspiró. —¿Tú también?

El gatito respondió frotando su cabeza contra su pecho, claramente exigiendo atención.