En innumerables mundos, aparecen puertas misteriosas que conducen a una tienda de conveniencia de aspecto ordinario. Es decir, hasta que ves quién está dentro.
Un cultivador inmortal reflexiona sobre el sabor de los fideos instantáneos, un antiguo demonio sorbe una cola, y una bestia primordial sostiene cuidadosamente una bolsa de patatas fritas. Seres que podrían sacudir los cielos esperan tranquilamente en fila, aguardando su turno.
En el mostrador, un joven escanea sus compras. Nadie sabe de dónde vino, pero todos entienden una cosa. En esta tienda, las reglas deben seguirse.
Bienvenido a la Tienda de Conveniencia Dimensional, donde incluso las existencias más grandes deben comprobar el precio antes de comprar.