—¡Despierta y hablemos de lo que realmente pasó anoche!
Xiao Yi entrecerró los ojos, mirando a la chica encapuchada que estaba acostada, aparentemente aún dormida.
La chica encapuchada mantuvo sus ojos firmemente cerrados, pareciendo estar todavía en un sueño profundo y sin despertar.
Xiao Yi se burló —¡Si no te despiertas, no me culpes por destrozar tu cítara!
La chica encapuchada seguía sin moverse.
¡Whoosh!
Xiao Yi agarró la cítara.
Solo entonces...
... la chica finalmente abrió los ojos, agarró la cítara y se acurrucó en la esquina, sus ojos azules mirando con cautela a Xiao Yi.
¡Suspiro!
Xiao Yi exhaló un suspiro áspero. Los ojos azules de la chica eran como un océano sin fin, su profundidad hacía que uno sintiera como si no pudiera liberarse. Habló con voz profunda —¿Quién eres realmente? ¿Y qué fue eso anoche?
La cautela en los ojos de la chica encapuchada no disminuyó.
Todavía sostenía la cítara con nerviosismo.