Verdadero Real

Sin embargo, en un giro impactante de los acontecimientos, la sonrisa malvada en el rostro de Xavier cambió. Rebuscó por su habitación, buscando algo afilado, y cuando encontró unas tijeras, se apuñaló a sí mismo —desesperado por silenciar la voz extraña susurrando en su mente.

—Mierda. Hay una bruja en el palacio —murmuró enfadado mientras arrojaba las tijeras lejos.

Miró hacia su pecho, el lugar donde se había apuñalado y dejó escapar un suave gemido ya que las tijeras habían rozado un poco su corazón. Tomaría algo de tiempo sanar, pero valía la pena ya que la estúpida voz en su cabeza se había detenido.

—¿Cómo demonios entró una bruja a este palacio bajo la atenta mirada de Killian y por qué diablos me haría odiar a Elena? —se quejó amargamente, su mente regresando a momentos antes cuando pensó en envenenarla para causarle un dolor inmenso.