Avery acarició suavemente la cabeza de Josie, sonriendo cálidamente mientras decía:
—Sí, estas son fotos de nuestro hogar. Nuestro hogar es el lugar más cálido y amoroso del mundo.
—¡Sí! —Josie asintió con entusiasmo, su rostro iluminado de alegría—. ¡Nuestro hogar es el más feliz, y yo soy la más feliz también!
Al escuchar esto y ver la sonrisa brillante e inocente de Josie, Wesley y los demás sintieron de repente una sensación de alivio. Pensaron que no tenía sentido preocuparse si otros se burlaban de su hogar pequeño y deteriorado. Una casa era valiosa por las personas que vivían en ella, no por su tamaño o precio.
Con esta comprensión, sonrieron y continuaron viendo la pantalla con calma.