CAPÍTULO 94

María no esperaba que ella tuviera tal reacción y quedó atónita.

Después de un rato, tartamudeó:

—Tú, ¿no estás sorprendida? No, no, ¿no estás sorprendida?

—No lo estoy —dijo Avery honestamente—. Mis hermanos y yo nos parecemos a Mion y a Papá, pero tú no te pareces mucho a ellos. Tienes la misma edad que Alaric. Mamá no podría haberte dado a luz a ti y a Alaric en el mismo año.

—Además, dijiste que vivías en las montañas cuando eras joven y que tu familia era pobre. Supuse que no eras nuestra hermana biológica. Probablemente no viviste en esta casa cuando eras pequeña.

María la miró en shock, sin saber qué decir.

Avery acarició la cabeza de María.

—¿Crees que fuiste adoptada por tu familia y yo soy su hija biológica? ¿Te preocupa que sospeche que quieres pelear conmigo y que tenga un problema contigo?

Avery negó con la cabeza.

—Lo que te preocupa nunca sucederá.