CAPÍTULO 116

Avery estaba acostada en la cama. Claramente estaba muy relajada, pero no podía conciliar el sueño. Lo que su padre le había dicho seguía resonando en su mente, recordándole a la familia Murphy. Desde que era pequeña, las palabras o comentarios más frecuentes de Regina hacia ella eran:

—¿Por qué no sobrevivió tu hermano?— o —Es bueno que tu hermano haya sobrevivido—. Si le iba bien o ganaba un honor, Regina diría con una expresión de pesar:

—Si tu hermano todavía estuviera aquí, definitivamente sería más inteligente que tú y lo haría mejor que tú—. Si no le iba bien o no ganaba —aunque esta situación era muy rara, ya que normalmente cometía errores deliberadamente o se rendía— Regina diría algo como:

—Si solo tu hermano estuviera aquí, definitivamente no lo haría tan mal—, con una expresión de decepción. Cada vez que esto sucedía, Isaac miraría a Avery con una mirada arrepentida y persuadiría a Regina:

—No digas más esas cosas. Han pasado tantos años. Es hora de que lo superes.