Jaden no tenía prisa por visitar la villa. En cambio, entró en la cocina y se lavó las manos. Sacó las verduras frías de la caja de comida y las colocó en un plato pequeño. Luego, sacó frutas frescas, las lavó, las cortó y las colocó ordenadamente en el plato. Las llevó afuera y las puso en la mesa de café.
—Ustedes dos coman despacio. Yo iré a cocinar —dijo Jaden.
Avery levantó la mano.
—Jaden, no es que sea perezosa, pero no soy buena cocinando. Solo sé cómo preparar fideos instantáneos o hornear cosas en un horno.
Jaden sonrió.
—Hay muchas personas en nuestra familia que saben cocinar. Tú estudias mucho, así que está bien si no sabes hacerlo.