"""
Después de terminar su comida, Luna levantó una mano para cubrirse la cara y dejó escapar un gran bostezo. Se sentía somnolienta, así que se quitó sus gafas de sol marrones y se frotó los ojos. Tan pronto como lo hizo, se dio cuenta de su error y rápidamente se volvió a poner las gafas. Jaden, que acababa de servirle un vaso de limonada, la miró con naturalidad.
—Iba a preguntarte antes —¿no te resulta molesto llevar esas gafas de sol mientras comes?
Luna suspiró secretamente aliviada, pensando que él no la había reconocido. Pero entonces, las siguientes palabras de Jaden la tomaron por sorpresa.
—Te reconocí hace un rato. No sigo mucho a las celebridades, así que no tienes que preocuparte por ninguna atención no deseada aquí.
Los ojos de Luna se abrieron de par en par por la sorpresa, sus gafas deslizándose para revelar un par de ojos impresionantes.
—Espera... ¿sabes quién soy?
Jaden esbozó media sonrisa.
—No persigo a las celebridades, pero sí, he visto tus películas.