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Habiendo resuelto los asuntos de la Familia Huo, Xiao Chen todavía no tenía intención de regresar, ya que tenía un lugar donde quedarse aquí.
Por supuesto, no estaba apegado a esa villa.
La razón por la que compró la villa fue puramente porque la Montaña Mingyue tenía un mejor ambiente, con Energía Espiritual más abundante en comparación con otras áreas, adecuada para el cultivo.
Llamó a Xiao Yufei e inventó una excusa de que le tomaría algún tiempo manejar las cosas por aquí.
Aunque Xiao Yufei no estaba contenta, no tuvo más remedio que dejarlo ser.
Después de deambular afuera por un rato, regresó por la noche para encontrar la villa completamente vacía, sin un alma a la vista.
Si una persona común viviera aquí, probablemente estaría aterrorizada hasta la médula, pero Xiao Chen se sentía muy libre.
En el futuro, ya sea para el cultivo o para la elaboración de Medicina Espiritual y Elixires, todo sería mucho más conveniente.
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