Mike no podía separarse de Rosa y la sostuvo en sus brazos, mientras aún pulsaba dentro de su coño. Ahora entendía por qué Henry era tan reacio a dejarla ir. Es simplemente demasiado perfecto estar con ella, la tomó solo una vez y sabe que necesita más, así que todavía la está sosteniendo, en posición de perrito, con sus brazos envueltos alrededor de ella. Acunó sus pechos en sus palmas y apoyó su frente en la espalda de ella.
—Déjala ir, Mike —dijo Jesse, acercándose y casi empujándolo, pero de nuevo Henry lo detuvo.
—Solo unos segundos más. He estado en su lugar. Pronto entenderás que no puede simplemente terminar y correr —. Y está mirando con ojos tristes a Mike. Morirá viendo a Jesse con Rosa, mientras él solo se quedará a un lado y mirará.
Al final Mike sacó su polla, sintiendo que perdió algo importante y mirando a los ojos de Henry le habla mentalmente y dice: