Capítulo 96: Una Nueva Profecía

La casa de la manada se estremeció cuando la luz plateada de Elara explotó hacia afuera, destrozando cada cosa sombría en un radio de cincuenta pies.

Los sirvientes del Consejo de las Sombras se disolvieron en humo, sus gritos moribundos resonando por toda la región.

—La primera prueba está completa —sisearon las voces antiguas desde la oscuridad que retrocedía—. Pero solo has retrasado lo inevitable, Caminante de Puentes.

—Vuelve y dímelo a la cara —gruñó Ronan, sus llamas danzando alrededor de tres miembros de la manada salvados.

Pero las sombras ya se habían ido, dejando solo el olor de magia quemada y terror.

—¿Está todo el mundo bien? —preguntó Elara, corriendo para revisar a los jóvenes lobos que habían salvado. Dos adolescentes y una madre primeriza, todos inconscientes pero respirando.

—Están vivos —confirmó Darian, su visión de la verdad escaneando heridas—. Débiles, pero ilesos.